Hoy es el cumpleaños de Ramon Calsina (1901 – 1992), pintor, dibujante y grabador, que nunca quiso adscribirse a ningún grupo ni estilo artístico concreto.
Calsina vivió por el arte, era su auténtica y única vocación. A lo largo de sus 91 años de vida vio pasar ante sí importantes movimientos artísticos que crearon escuela: el dadaísmo, el abstracto, el poo-arte, el minimal, el arte conceptual …, y hay que escribir «vio pasar «porque no participó de ninguno de ellos; los conoció y los analizó, pero no estableció ningún paralelismo concreto, ninguna relación patente.
Calsina realizó una especie de peregrinación solitaria dentro del mundo del arte. Creó un estilo propio, alejado de las corrientes artísticas que imperaban en cada época de su vida. El artista del Poblenou barcelonés ni siquiera estaba de acuerdo en dejarse clasificar, a permitir que su obra fuera ordenada en uno u otro determinado corriente artística, tal como podemos ver en los grandes manuales de historia del arte.
En una entrevista de El Periódico de 1988 Calsina dijo:
«Unos me llaman surrealista y otros academicistas. No entiendo por qué ponen números y etiquetas. Tengo cuadros de 1929 que ya eran una mezcla indefinible. No sabría catalogarme «.
Su gran sentido del humor y su carácter chistoso lo plasmó también cuando le preguntaban sobre los artistas que contribuyeron en su estilo pictórico. En 1992 en una entrevista en Radio Cinco mientras le preguntaban sobre las posibles apreciaciones de Goya en una de sus obras, comentó lo siguiente:
«Sí, Bueno, aquí hay de todo. Hay Goya y hay hasta Perico de los Palotes. Aquí hay de todo … quizás el señor Freud interviniera en este dialogo un poco. Las cosas de pequeño, de ocho años, me han quedado marcadas. «
Las entrevistas que realizaban a Calsina a menudo seguían un único punto de conversación: el mundo del arte, pero comentado en toda su extensión. Calsina opinaba sólidamente sobre su arte y también el del resto de artistas del momento o de las figuras clásicas. Hablaba con locuacidad de aspectos formales de sus obras como la composición, los colores, la técnica; comentaba los diferentes estilos artísticos, cuáles eras los que perdurarían en el tiempo, pero sin duda, unos de los temas que más le preocupaba era el de la comercialización del arte, los marchantes y el papel de los críticos dentro del mundo artístico. Y para muestra un botón:
Texto extraído del libro: Payán, Núria: Ramon Calsina, creador incondicional. Museu Deu. El Vendrell, 2009.