Museo Deu
COLECCIONES
Segunda planta
La colección de pintura de la segunda planta está planteada siguiendo un estricto orden cronológico. Se exponen las obras de los artistas de la escuela catalana nacidos aproximadamente a partir del primer tercio del siglo XIX hasta los años noventa del siglo XX.
Destacan nombres como Ramon Martí Alsina, Eliseu Meifrén, Tomás Moragas o Olga Sacharoff.
Una de las piezas más destacables es el Torrent de Pareis de Joaquim Mir, una pintura con el paisaje mallorquín, exaltado y llameante.
El espacio amplio del final de la sala nos permite disfrutar del majestuoso Puerto de Barcelona de Ramon Casas y de dos obras del artista novecentista de Sitges, Joaquim Sunyer: Niña y gallina y Cocina de montaña.
Otros artistas representados con obras de pequeño formato en esta sala son Joaquim Terruella, Segundo Matilla y Josep Armet. De Francisco Gimeno se expone un paisaje y de los representantes de la Escuela de Olot hay obras de Enric Galwey, Iu Pascual y Melcior Domenge. Los paisajes de la provincia de Tarragona se representan de la mano del pintor de Valls Jaume Mercadé; también podemos encontrar paisajes de Joan Colom, Josep Mompou y Manuel Humbert.
El recorrido escultórico para la segunda planta se inicia con dos artistas nacidos a partir de la segunda mitad del siglo XIX: Enric Clarasó es el escultor más joven y representó la Tristeza de alabastro, mientras que Josep Llimona, considerado el principal representante del modernismo catalán, la interpretó de bronce. En el centro de ambas esculturas se sitúa la blanca Mujer tumbada de Joan Rebull.
También están representados los artistas Josep Clarà, Josep Viladomat, Martí Llauradó y Josep Cañas, Apel·les Fenosa y Josep Granyer, con sus personajes híbridos tan peculiares.
En el espacio final de la sala se concentran dos de las esculturas más famosas del reusense Joan Rebull: La pastorcilla y Cabeza de cántaro.
En mármol fue trabajado un clasicista Busto femenino de la mano de Enric Monjo, mientras que la piedra porosa, con otro busto femenino, fue trabajada por Apel·les Fenosa. Terminamos con la obra de Enric Casanovas, como claro exponente de la interpretación de las formas novecentistas.
La colección de cerámica contemporánea del Museo Deu está formada por obras de los principales artistas ceramistas catalanes.
La colección incluye 39 piezas, la mayoría expuestas en una gran vitrina de original diseño, en la que encontramos nombres destacados como Antoni Cumella, Josep Serra, Enric Serra, Jordi Serra y Josep Llorens Artigas.
El Museo Deu ha destinado parte de la zona expositiva a mostrar dos estancias que reflejan el despacho y el dormitorio del Sr. Antoni Deu Font.
En ambos espacios se ha representado el entorno cotidiano real del donante de las obras de arte que conforman el Museo Deu, un ambiente que muestra toda una vida dedicada al coleccionismo de objetos artísticos.
PRIMERA planta
La mayoría de los pintores que se representan en esta sala son nacidos en el siglo XX, aunque también encontramos nombres de la escuela catalana de finales del siglo XIX, como Joan Serra o Emili Bosch Roger.
Iniciamos el siglo XX con los paisajes de Josep Amat, Alfred Sisquella, Ramon de Capmany, Pere Pruna, Josep Casañé Puig y Campillo Solano.
En el campo figurativo encontramos Josep M. Mallol i Suazo, sus obras contrastan con las pinturas de Miquel Villà. Al final de la sala están los dibujos y las pinturas de Ramón Calsina, el cual introduce al visitante en un mundo mágico, onírico y lleno de recuerdos de infancia.
Iniciamos el «camino triangular» de la sala con la contemplación de una obra de grandes dimensiones de Ignasi Mundó, en la que el fauvismo y el cubismo son tomados como puntos de referencia. Dos piezas de Emili Grau Sala nos recuerdan el ambiente de París: las calles, las casas y un día de carrera en un hipódromo.
Los últimos pintores de la sala son nacidos a partir de los años veinte del siglo XX: Josep Roca Sastre, Francisco Todó, Julián Grau Santos y Rafael Duran.
El Museo Deu expone en esta sala obras de diferentes escultores contemporáneos nacidos en los años veinte y treinta del siglo XX: Josep Salvadó Jassans, Ricard Sala Olivella y Josep M. Subirachs.
Hay que remarcar que también se muestran dos piezas de la única escultora que forma parte del fondo de arte del Museo: la barcelonesa Lluïsa Granero.
El Museo Deu goza de un conjunto de 55 obras hechas de marfil de procedencia europea y oriental. Entre las piezas europeas destacamos siete relieves, un original perfumador, un pequeño sello de lacrar con una delicada esfera en el interior de la cual podemos admirar un grupo de mineros trabajando o un Cristo del siglo XVIII que sólo mide siete centímetros de altura.
De Tailandia proviene un mango cortado con un conjunto de bailarinas con los cuerpos unidos. El resto de las esculturas son orientales: se representan oficios, barcos, elefantes … y seis netsukés, entre otros.
En esta planta podemos observar diferentes obras de dos de los artistas más prestigiosos del Art Nouveau: Émille Gallé y Gerome Daum, los cuales hicieron importantes aportaciones al movimiento modernista, principalmente con sus recipientes florales, lámparas, ceniceros…
La colección de vidrio soplado catalán del Museo Deu está formada por más de una treintena de piezas del siglo XVIII: botellas, porrones, cántaros, almarrazas…
Planta baJa
La recepción del Museo Deu acoge una parte de las colecciones de dibujos y de acuarelas, y está formada por un total de 285 y 83 piezas, respectivamente. Se exhiben piezas de Canals, Soler Jové, Calsina y Aragay.
Antes de acceder a la Sala de las Alfombras, el visitante puede contemplar un espacio destinado al donante del Museo Deu, el señor Antoni Deu, con su busto de bronce y una pintura del despacho de la notaría.
La zona interior de la planta baja, conocida con el nombre de «Sala de las Alfombras», es la más espectacular del Museo Deu. Se trata de un amplio espacio donde el público camina por encima de un suelo de vidrio mientras puede contemplar la colección de alfombras orientales y la de jofainas situadas bajo sus pies.
Vale la pena también admirar la colección de tallas religiosas situadas en las paredes de la sala y las dos vitrinas donde se expone parte de la orfebrería religiosa del fondo de arte del Museo Deu.
Los espacios del Museo Deu, las diferentes salas de exposición, las paredes, las vitrinas, etc. han quedado pequeñas para acoger la totalidad de las obras que el señor Deu dio al municipio.
El discurso museístico permite contemplar parte de las colecciones más destacadas, dando relevancia a determinadas piezas, aunque muchas otras quedan en la penumbra, en la sala de reserva del museo y son las protagonistas de las exposiciones temporales de la sala sótano.