Más concretamente, el mosaico del altar de la iglesia de Sant Ramon Nonat se ve representado, en la parte superior, Jesús en la cruz, acompañado de una mano de Dios (a la izquierda) y del Espíritu Santo (a la derecha). En la parte central, en ambos lados, dos ángeles recogen la sangre de Cristo en un cáliz. Esta misma sangre alimenta las siete fuentes de los sacramentos. En la parte central inferior, se ve a san Ramón Nonato, acompañado de un sombrero cardenalicio (a la izquierda) y de una palma del martirio (a la derecha). A los pies, se identifica la urbanización de Coma-ruga (a la izquierda) y el Portell (a la derecha), pueblo natal del santo. En los extremos inferiores de la obra, aparece el trigo (a la derecha) y la vid (a la izquierda), que simbolizan el pan (cuerpo de Cristo) y el vino (sangre de Cristo). También hay representada una oveja (a la derecha), ya que el santo en su juventud había sido pastor, y un ciervo (a la izquierda) que simboliza a Cristo.

La simbología se completa con el uso de los triángulos en la composición. La figura del triángulo en el cristianismo simboliza la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo).

¿Sabías que…?

La incorporación de contenido simbólico y referencial a sus diseños, como es el caso de elementos urbanos en un mosaico de temática religiosa, es una de las características más representativas de la obra de Padrós.

Otro de los rasgos vinculados al artista es la realización de autorretratos para representar las imágenes, tal como sucede con el rostro de san Ramón Nonato, o bien inspirarse en la fisonomía de familiares, como evidencia la semejanza entre la Inmaculada y la mujer de Padrós, Montserrat Pascó.