4.Consolidación de la urbanización Brisamar
Si bien el precursor del desarrollo turístico de Coma-ruga fue Bonaventura Trillas, fueron sus sobrinos, Andreu Trillas Bragulat, Joan Trillas Bragulat y Sebastià Trillas Bragulat, los encargados de la transformación urbanística de la zona, bajo el paraguas de la empresa Brisamar SA. Andreu Trillas, el hermano pequeño, emigró a Argentina de joven, donde hizo fortuna con negocios como la sala de fiestas Tabaris y la avicultura. El dinero que cosechó lo invirtió en el proyecto de urbanización de Coma-ruga, del que él era el presidente, Joan Trillas, el gerente y Sebastià Trillas, el administrador de la empresa.
Brisamar SA se dedicó fundamentalmente a la urbanización de los terrenos (asfaltado, alumbrado, dotación de equipamientos) y a la venta de las parcelas resultantes. Para poder edificar, el comprador tenía que seguir una serie de directrices urbanísticas: casas aisladas como máximo de un piso, no construir en más del 50% la superficie de cada solar y como máximo dos casas… La isla 30, paralela a la vía del tren, era el único espacio donde era permitido hacer apartamentos. A finales de la década de los cuarenta, Brisamar SA construyó algunos chalets modelo para incentivar la compra. Presentaban porches de arquería, cubierta inclinada con teja árabe, paredes encaladas y jardín a su alrededor. Este diseño recordaba a los chalets californianos que se construyeron durante la época peronista en Argentina, país en el que vivió el presidente de la sociedad durante muchos años. A principios de la década de los sesenta, la mayor parte de los terrenos ya estaban vendidos y edificados.
¿Sabías que…?
El Balneario Marítimo Brisamar era un edificio que estaba estructurado en tres módulos, de los cuales los dos laterales se destinaban a vestuarios y guardarropas, así como duchas y aseos. Por lo tanto, se trataba de un espacio destinado a los usuarios de la playa ofreciendo más servicios que una simple caseta de baño.